Sanmy miller ,Ernest hennes, Andres Verona y feli Santana |
De cuando, Sanmy Miller. Conoció a Hennes en él Viejas Glorias
Por Feli Santana
Sanmy Miller, ojeaba el periódico,
buscando noticias deportivas del evento. Aquella mañana de otoño. Su sorpresa.
Era que a pesar de ser la estrella invitada. No era el que salía en la portada
del artículo.
Allí aparecía un piloto de leyenda, al que
el. Idolatraba en su niñez. Ernst Jakob Hennes. El caza record alemán. Cierta
desazón se dibujo en su rostro, aunque su alma de niño le llevaba a considerar
una nueva. La única oportunidad todavía de conocer en persona. Al ídolo de su
juventud.
Asintió con la cabeza, como si tratara de
poner en orden los recuerdos que le hicieron tomar la referencia de aquella
leyenda, tan extraña y lejana. Sin embargo, la contradicción. Cumpliendo 70
años aquel mismo día. Pudiera aun emocionarse por conocer a un dinosaurio de
los años 30, que contaba casi el centenario.
Ello sacudía las expectativas, que se iban
a producir en aquel Viejas Glorias. Décimo aniversario. En la villa de Ingenio
el 11 de Noviembre de 2003. El mejor cartel que se ha esculpido nunca del
evento, hacia justicia al padre del Trial mundial
Un fotomontaje, sobre el carenado de la
NSU en sus escapadas velocistas por la isla de Man. Colores sepias con grises y
voluntad con pulso de genio. Para pincelar. El mejor retrato de sus dos
pasiones, en la historia deportiva de su vida
Su eterna sonrisa Inglesa, de quien se
sabe agraciado, contrastaba con la novedad del destino Turístico, al que
programaba para aprovechaban aquellos cinco días de vacaciones. Meses antes y
casi en la espiral de su dinámica. Me escribió una carta de su puño y letra,
donde querría conocer los detalles de su Bultaco Sherpa.
Un As del Trial que pretende dar imagen a
su grandeza. Podía permitirse el lujo de exigir unos mínimos para competir. Aunque
la competición fuera un desfile de cojos.
Así me reclamaba un juego de Michelín X11
competición. Frenos de tambor con garra. Suspensiones que no perdieran aceite,
embrague en condiciones
Para el resto se tomo la media tarde
después de la llegada. Ajustar tijas, con martillo y escoplo, cortar topes de
los manillares a puño sierra, carburar la moto y el encendido
Era la moto de Albertito Santana que
recién restaurada por calcines, que dejaba para la gloria y honor de tamaño
invitado.
En la salida trialera. Le acompañamos
Manolo y yo. Con las tres marcas españolas. Ossa. Montesa y Bultaco
Caritas de ángel se nos quedaba a Manolito
y a mí. Descubriendo el significado del Trial clásico en una figura mundial.
Los giros limpios y suaves pendientes de ida y vuelta, acompañaban la
elasticidad de su cuerpo trialero de reserva. Hasta dejar morir de angustia los
bajos de la Bultaco Sherpa. Que dulzura. Nunca antes había oído sonar mejor
aquel instrumento de la casa de Esplugas.
Cuando acabo la jornada levanto el pulgar
de la mano derecha. Como hacia 40 años antes para festejar con D. Paco todas
las mejoras que demandaba
Hacia que no venia a España de visita,
mucho tiempo, desde su época dorada de los años setenta. Cuando en la Finca de
San Antonio propiedad de los Bultó. Se organizaban las directrices de los
campeonatos Internacionales y la evolución de todas las pura sangre españolas
Ahora la oportunidad que le brindaban los
defensores del Roque Nublo. Seria crucial en su camino. Un " Stop and
Goo" en su vida deportiva. Entre el cándido retiro y la senectud. Obtenía
gratificante regalo de desconocidos
Allí demostró una sola vez. Y una vez más.
Su grandeza
Los pilotos y público se agolpaban en la
primera zona. Se mascaba el ambiente. Volver a ver una vez mas la leyenda
rodando en los barranquillos de la pasadilla. Tenía tela. Y ver la cara de los
campeones de España que allí pululaban, comiéndose la miel de su estrella. Aun
más.
Eterna se hizo el paso de la primera zona.
Y la fatal casualidad del destino para el resto.
Después de 29 pilotos, que pinchaban
penalizaciones y la mayoría con fiascos. Quedaba la entrada gloriosa al ruedo
del maestro. El aura respeta la genialidad
Tengo que decir que después de tantos años
cerca de las habilidades de un trialero. Nunca antes observe, como estudiaba la
trazada y lo que hacía el resto de pilotos error tras error, Brillante. Fue el
ultimo en salir. Ahora tenia cientos de ojos fijándose en las evoluciones de
quien se siente observado
Aquel giro en escalón a mitad de la zona y
como afrontarlo. Fue la clave para salvar la zona "A cero" y recibir
tremenda ovación de los incrédulos genial. Formidable. La historia le volvió
hacer un guiño de razón. Era grande y lo seguiría siendo después de los
setenta, mas aun. O al menos hasta ese momento.
Lo había vuelto a rubricar. Alegrándose el
mismo de su proeza.
El día después.. Amaneció la villa de
Ingenio. Como si no hubiera dormido.. Unos tipos cercanos.. Seguían danzando
poseídos al Son de la Banda de Agaete. El ron corrió cuesta abajo. Nadie quizo
matar aquel inolvidable sábado VG. Un furgón amaneció precintado. Con cinta de
embalar. Hubo tremenda juerga nocturna. Y aquello continuaba hasta el amanecer...
Cuando amaneció en la remozada plaza de la
Candelaria. Y el despertar fue peregrinación y movimiento de motoristas
ataviados. A media mañana, una parte del lugar elegido lucia, la mejor colección de joyas de su graciosa
majestad de la corona británica; Norton, AJS, Triumph, Ariel, Machtssless, BSA,
Raleight.
Una selección clásica del sol naciente,
algunas delicatesses Italianas. Austeras alemán. Etc. Estas. Todas se
encontraban delante de la cascada horizontal. Realzando los cromados y pulidos.
Con el contraste de la luz y el agua
Impresionado se encontraba Sanmy Miller,
descubriendo tanto patrimonio nacional en las colonias insulares. Tanta
muchedumbre hambrienta de cultura motera, tanta algarabía festiva, era
demandado por cientos.
Un rosario enorme de público besaba la
mano del papa. Para la foto y el autógrafo. A ratos. Se levantaba tomaba
respiro y volvía a la vitrina de su fama a comulgar con la afición. Fue sobre el mediodía, corrió e hizo un
pasillo de aplausos. Entraba en escena el centenario Cazarecords en persona.
Vivo. Andando ayudado con un bastón y estirado como un general de división
retirado, que pasaba revista por ultima vez
Fueron momentos dulces de gloria. Aquel
mito. Ernst Hennes, que en el año 1937. Batiera el record de velocidad. A 287,5
Km./H. Con la BMW R32 Kompresor. Estaba delante de nosotros. Enorme.
Devolviéndonos la vieja sonrisa de zorro veloz
Fueron muchos los éxitos que mantuvo. Pero
este, se me antojaba. Diferente. Reaparecer después del olvido. Cuando solo se
podía encontrar en las viejas enciclopedias de motociclismo de antaño
"El fantasma blanco". Le
llamaban por que ganaba vestido con mono impoluto.
Y ahora volvía a batir el record de
Longevidad. Que Grande! Dios mío.
Algunas veces en mi vida, me he sentido
celestino afortunado de mucha gente. En esta ocasión. Fue beber y compartir el
néctar de los dioses.
La acción de presentar a dos leyendas,
tomando a cada uno de su mano. Con el simbolismo y el protocolo de mediar.
Entre dos mundos, dos historias. Dos potencias mundiales del motociclismo. Que
increíble sensación, que aun no he podido digerir, desde el nivel emotivo de la
humildad
La mirada, La sonrisa, el misterio, el
momento de gloria. Cual si la banda Scorpio con la Royal filarmónica de Berlín
En directo. Irrumpiera con su tema
estrella. Para amenizar semejante paradoja. Grandioso, sublime. Y sin embargo
generoso y sencillo No importa el significado que interpretara cada uno, de los
que vivieron la experiencia, según su apego.
Como observador afortunado, sentía, que la
lucidez del encuentro, transgredió más allá. En la misma línea, a los
anfitriones
Días después. Segundos antes. De despedir
al gran Sanmy Miller y Rose Mary su mujer recordaron los dulces momentos y
agradecieron un fin de semana maravilloso. Increíble. Lleno de una magia
especial que perdura, lo decía aquel brillo en sus ojos claros
Gracias Feli. President. Me dijo
contagiado. Y con algo de la socarronería canaria aprendida, mezclada con ese
honor de caballero
Gracias Mr. Sanmy ha sido maravilloso.
Respondí. Hasta siempre. ! See you!!
Nueve años después, suena el teléfono. Es
Enrique Mayor. Dtor. De la revista Motociclismo clásico. Habla mucho con Sanmy
Miller, por motivos de prensa y museos. Nos envía un recado cariñoso. Donde
alega
Sanmy Miller esta deseando volver a Canarias
y al Viejas Glorias. A ver cuando le invitamos
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